( Interpretación de un cuadro de Velázquez –La Venus del espejo- )
Esta obra al óleo y acrílico (técnica mixta) sobre cartón es una imitación de un cuadro del gran maestro Velázquez pasada a un estilo fauvista.
Concebida en el 2007 por la gran maestra Sheila Sáez, actualmente se encuentra en el IES Ademuz (España), el cuadro tiene como medidas 28x23 cm.
Principalmente la autora se deja influir por el estilo fauvista interpretando una composición del barroco, una mezcla entre Velázquez y Matisse tamizado a través de la personalidad emergente de la autora, que pretende crear una sensación de dinamismo, mediante la bella vibración de movimiento de la mano de la autora a través de pinceladas sueltas pero bien definidas y perfeccionadas.
Contiene colores vivos junto con tonos pasteles que ayudan a aumentar la vibración; en el fondo existen diversos colores, entre ellos rosas, rojos, verdes, azules, violetas y marrones; en la parte derecha se componen las pinceladas de pintura verticalmente, mientras que en la parte izquierda se componen ligeramente inclinadas para que el cuadro no parezca tan monótono. En tonos verdosos y con pinceladas estrechas y separadas aparece, dividiendo el fondo inclinado y el vertical, un ángel sujetando un cuadro; difícilmente se puede apreciar esta figura porque se encuentra en un plano distinto de la realidad: la divinidad. El espejo tiene colores marrones y en su cristal aparece el reflejo de la mujer que está escorzada, con un detalle impresionante en tonos pasteles rosas de diferentes tonalidades. La mujer, al igual que en su reflejo, contiene estos colores pasteles, y se aposenta sobre una manta en diferentes tonos azules, más oscuros al interpretar las sombras de los pliegues.
La luz es uniforme, se expande por todo el cuadro sin resaltar ninguna parte en especial.
Intenta expresar, con el espejo y la mujer, la belleza exterior y a la vez física de las mujeres, y su interés por ella; mientras que el ángel expresa la belleza interior, casi invisible aunque importante.
Esta obra al óleo y acrílico (técnica mixta) sobre cartón es una imitación de un cuadro del gran maestro Velázquez pasada a un estilo fauvista.
Concebida en el 2007 por la gran maestra Sheila Sáez, actualmente se encuentra en el IES Ademuz (España), el cuadro tiene como medidas 28x23 cm.
Principalmente la autora se deja influir por el estilo fauvista interpretando una composición del barroco, una mezcla entre Velázquez y Matisse tamizado a través de la personalidad emergente de la autora, que pretende crear una sensación de dinamismo, mediante la bella vibración de movimiento de la mano de la autora a través de pinceladas sueltas pero bien definidas y perfeccionadas.
Contiene colores vivos junto con tonos pasteles que ayudan a aumentar la vibración; en el fondo existen diversos colores, entre ellos rosas, rojos, verdes, azules, violetas y marrones; en la parte derecha se componen las pinceladas de pintura verticalmente, mientras que en la parte izquierda se componen ligeramente inclinadas para que el cuadro no parezca tan monótono. En tonos verdosos y con pinceladas estrechas y separadas aparece, dividiendo el fondo inclinado y el vertical, un ángel sujetando un cuadro; difícilmente se puede apreciar esta figura porque se encuentra en un plano distinto de la realidad: la divinidad. El espejo tiene colores marrones y en su cristal aparece el reflejo de la mujer que está escorzada, con un detalle impresionante en tonos pasteles rosas de diferentes tonalidades. La mujer, al igual que en su reflejo, contiene estos colores pasteles, y se aposenta sobre una manta en diferentes tonos azules, más oscuros al interpretar las sombras de los pliegues.
La luz es uniforme, se expande por todo el cuadro sin resaltar ninguna parte en especial.
Intenta expresar, con el espejo y la mujer, la belleza exterior y a la vez física de las mujeres, y su interés por ella; mientras que el ángel expresa la belleza interior, casi invisible aunque importante.